Y ante ti abrirá de par en par las puertas de sus recintos secretos, y
pondrá de manifiesto ante tus ojos los tesoros ocultos en las profundidades mismas de su seno puro y virginal. No contaminados por la mano de la materia, muestra ella sus tesoros únicamente al ojo del Espíritu, ojo que jamás se cierra, y para el cual no hay velo alguno en todos sus reinos.
H.P. Blavatsky . La voz del silencio .