Sí, el hombre nuevo puede leer ahí hasta descubrir esta triple resurrección, tan necesaria a
nuestro ser para que disfrute de algún descanso y tan ajustada a esta triple muerte, o triple concentración, que pasamos con tanto dolor cuando queremos fijar un instante nuestras miradas sobre nosotros mismos y que nos convence de una forma tan triste y tan demostrativa de esta triple muerte o de esta triple concentración, en la que el primer hombre ha sumergido sus facultades espirituales y ha arrastrado con ellas las facultades espirituales de toda su desdichada posteridad.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .