En el agua sopla el viento de lo Suave. Y si te vuelves un fenómeno
como el agua —cambiante, cambiando continuamente, moviéndote, fluyendo, sin aferrarte nunca al pasado y a lo viejo, buscando siempre lo nuevo y disfrutando siempre lo nuevo—, entonces fluye «el viento de lo Suave», entonces desciende la gracia. Entonces la beatitud desciende a tu ser. Entonces la primera danza de la divinidad en ti..., a eso se le llama «el viento de lo Suave». Dios es muy suave. Nunca llama a tus puertas. Nunca oyes Sus pasos. Cuando viene, viene muy silenciosamente, sin hacer ningún ruido. A menos que seas como el agua, la brisa de Dios nunca bailará contigo. Primero vuélvete fluido. Ése es también mi mensaje para mis sannyasins: permaneced fluidos. Y recuerda: el futuro les pertenece a los que estén dispuestos a cambiar, constantemente, porque ahora el mundo está cambiando tan rápidamente que las personas que se aferren al pasado van a sufrir muchísimo. En el pasado no han sufrido muchísimo. Por el contrario, las personas que estaban dispuestas a cambiar han sufrido muchísimo. En el futuro va a suceder justo lo contrario: el futuro les pertenece a los que amen el cambio y los que estén danzarinamente dispuestos a cambiar; los que celebren el cambio. Y cada vez que se presente una ocasión para cambiar, nunca la desaprovecharán. El futuro va a estar a su favor. La historia está dando un gran giro. Está avanzando hacia otro plano. De ahí mi insistencia siempre en que, si algo está cambiando, no lo impidas.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .