Es cierto que la sociedad se basa en la codicia y en la ambición, pero

si no tuviéramos ambición, ¿no decaeríamos? Esta es una pregunta realmente muy importante y requiere gran atención. ¿Saben qué es la atención? Descubrámoslo. Cuando en una clase alguno de ustedes mira fijamente hacia afuera por la ventana, o le tira del pelo a otro, el maestro le dice que preste atención. ¿Qué significa eso? Que uno no se interesa en lo que está estudiando, y entonces el maestro lo obliga a poner atención la cual no es atención en absoluto. La atención viene cuando estamos profundamente interesados en algo, porque entonces queremos descubrirlo todo al respecto; entonces toda nuestra mente, todo nuestro ser está en eso. De igual manera, en el momento en que vemos que esta pregunta “si no tuviéramos ambición, ¿no decaeríamos?”- es realmente muy importante, estamos interesados en ella y queremos descubrir la verdad que encierra. Ahora bien, el hombre ambicioso, ¿no se está destruyendo a sí mismo? Eso es lo primero que tenemos que descubrir, no preguntar si la ambición es buena o mala. Miren alrededor de ustedes, observen a todas las personas que son ambiciosas. ¿Qué ocurre cuando uno es ambicioso? Está siempre pensando en sí mismo, ¿no es cierto? Es cruel, hace a un lado a otra gente, porque está tratando de realizar su ambición, está tratando de convertirse en un gran hombre, y así crea en la sociedad el conflicto entre los que tienen éxito y los que quedan rezagados. Existe una batalla constante entre uno mismo y los otros que también van detrás de lo que uno desea. Y, ¿produce este conflicto un vivir creativo? ¿Comprende, o esto es demasiado difícil? ¿Es usted ambicioso cuando quiere hacer algo por el propio gusto de hacerlo? Cuando uno hace algo con todo su ser, no porque quiera llegar a alguna parte, u obtener más provecho o mayores resultados, sino simplemente porque ama lo que hace, en eso no hay ambición, ¿verdad? En eso no hay competencia; uno no está luchando con nadie por el primer lugar. ¿Y acaso la educación no debería ayudarles a descubrir lo que realmente aman y quieren hacer, de modo que desde el principio y hasta el final de sus vidas estén trabajando en algo que sienten que vale la pena y que para ustedes tiene una profunda significación? De lo contrario, serán desdichados por el resto de sus días. Al no saber lo que realmente queremos hacer, nuestra mente cae en una rutina en la que sólo hay aburrimiento, deterioro y muerte. Por eso es muy importante descubrir, mientras somos jóvenes, lo que verdaderamente amamos, y éste es el único modo de crear una nueva sociedad.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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